Contexto histórico
En el año 387 a.C. Roma es vencida en combate y saqueada por los galos del rey Breno. Esto lleva a Marco Furio Camilo a refundar la ciudad y reformar el ejército. Dicha reforma deja mayoritariamente de lado a las seis clases de soldados utilizadas en los ejércitos romanos antiguos e introduce a los hastati, principes y triarii como infantería y a los rorarii, leves y accensi como escaramuzadores (no obstante, todas estas unidades estaban directamente e indirectamente basadas en alguna de las seis clases anteriores).
Décadas más tarde, durante las guerras samnitas, Roma vuelve a sufrir una derrota catastrófica. Esta vez en la Batalla de las Horcas Caudinas (321 a. C.) a manos de Cayo Poncio. Esto lleva a los romanos, entre los años 320 a. C. y 315 a. C. a realizar profundos cambios en su ejército.
Los cambios puntuales de esta nueva reforma fueron:
- Se descarta la falange como formación táctica y se introduce el manípulo, agilizando las líneas romanas y permitiendo realizar el esquema de batalla triplex acies.
- Se remplazan a los roraii, leves y accensi por los velites, escaramuzadores que atacaban al enemigo con jabalinas.
- Se modifica la función de los hastati, principes y triarii, dejando de lado su carácter de clase social original para comenzar a separarlos por edad y experiencia militar.
Roma continuó utilizando a los hastati, principes, triarii y velites hasta el año 107 a. C., año en el cual se profesionaliza al ejército romano a través de las históricas reformas de Mario.
Los principes
Los principes (singular princeps) eran soldados veteranos de infantería que en sus primeras instancias comenzaron utilizando tanto lanzas como espadas para rápidamente convertirse de manera casi exclusiva en espadachines. Introducidos en los ejércitos romanos en el año 387 a. C. junto con los hastati y los triarii, estos se ubicaban en la segunda línea de la formación de batalla trilinear romana y eran los encargados de presentar el grueso de la batalla.
Tras las reformas de Camilo (387 a. C.)
Al igual que ocurre con los otros dos tipos de unidades de infantería introducidos por Marco Furio Camilo en sus reformas de 387 a. C., encontramos grandes similitudes entres los principes y las clases de soldados halladas en los ejércitos monárquicos de la antigüedad romana. Ejércitos organizados en falanges como división táctica y cuyas líneas en la formación de batalla se dividían en clases que eran asignadas según el censo (es decir, el patrimonio de cada hombre definía la línea o clase a ocupar en la formación). En el caso particular de los principes hallamos varias similitudes con la segunda clase de dichos ejércitos.
Si bien en los ejércitos del rey etrusco Servio Tulio la segunda clase se posicionaba detrás de la primera clase, la clase más pesada y mejor armada, brindando un rol de soporte, con las reformas de Camilo se altera dicho esquema. Los principes continuaron ubicándose en la segunda línea, no obstante, lo hacían detrás de una primera línea compuesta por hastati, la infantería ligera de Roma. Los hastati enfrentaban el choque inicial del enemigo y luchaban con este durante la etapa inicial de la batalla para luego replegarse a través de las líneas dejando a los principes al frente de la formación. Por ende, pasaron de tener un rol secundario en los ejércitos antiguos a convertirse en la línea principal de batalla de los ejércitos de la República.
Como ya hemos mencionado los ejércitos romanos estaban compuestos por tres líneas de infantería más grupos irregulares de escaramuzadores y una caballería limitada. Si bien los principes eran la segunda línea y detrás de estos formando la tercera línea estaban los triarii, la infantería pesada y mejor armada, la función de los triarii era intentar contener al enemigo si este llegaba a la tercera línea (lo que quiere decir que las dos primeras líneas habían sido derrotadas) y utilizar sus pesados escudos y largas lanzas para emprender una retirada ordenada en caso de tampoco poder doblegar a los rivales.
Los ejércitos reformados por Camilo continuaron utilizando el censo y el patrimonio para definir las líneas de la formación. El ingreso al ejército estaba limitado a los ciudadanos que pagaban impuestos, es decir los adsidui; y todo ciudadano del quinto censo o superior debía formar parte del ejército. Los principes estaban entre los hombres con mayor patrimonio (superados por los triarii y los caballeros equites). Por ende, y debido a que en estos tiempos los soldados romanos debían suministrar su propio equipo, los principes contaban con una buena armadura, grebas, escudo, casco y armamento.
En el campo de batalla los principes se posicionaban en la segunda línea de la formación y se dividían en 15 centurias de 60 hombres totalizando 900 principes por legión. Delante de estos se encontraba la línea de hastati y detrás la línea de triarii con una cantidad similar de hombres.
Tras las reformas de las guerras samnitas (315 a. C.)
Roma vuelve a sufrir una gran derrota en el año 321 a. C. durante las guerras samnitas, llevando a una serie de reformas que culminan en el año 315 a. C. con una mejora radical del ejército. Las legiones resultantes de estas reformas son denominadas en el presente como el sistema polibiano o legiones polibianas, ya que fue a través del historiador clásico Polibio de quien mayor información al respecto hemos obtenido.
Gracias a estas reformas se abandona la falange y se adopta la agrupación táctica en manípulos, mientras que en simultáneo se modifica la infantería. De aquí en más los hastati pasan de ser los hombres pobres a ser hombres jóvenes y menos experimentados. Mientras que los principes pasan a ser los veteranos y por último los triarii quienes pasan a ser los hombres más experimentados de la legión. Es decir, si bien se continuó requiriendo que los soldados sean ciudadanos que paguen impuestos, la experiencia y veteranía se convirtió, no obstante, en el factor principal para organizar las filas de la formación. Así mismo también se adopta el scutum como el escudo de infantería de la legión.
Ya hacia este año los principes se habían convertido casi exclusivamente en espadachines suplementando su arsenal con al menos dos pila (jabalinas diseñadas para penetrar y arruinar los escudos enemigos). En el campo de batalla continuaron posicionándose en la segunda línea. No obstante, la línea ahora era subdividida en 10 manípulos de 120 hombres, por lo que había 1200 principes en una legión ideal. Para estos tiempos los romanos ya utilizaban su formación de batalla triplex acies.
Artículo principal sobre la formación triplex acies.
Equipo de combate de los principes
Ocrea
Las ocreae (singular ocrea) eran grebas que protegían la parte frontal de las piernas y la parte superior del empeine. Hechas generalmente a partir de bronce o cobre estos implementos de protección corporal cubrían una de las partes del cuerpo que generalmente quedaba expuesta a los ataques con lanzas durante la batalla.
Lorica hamata
A partir del siglo III a. C. los principes comienzan a utilizar una armadura del tipo lorica hamata, con la cual hoy son representados casi universalmente. Esta era una cota de malla compuesta por miles de pequeños anillos de hierro entrelazados. La misma era utilizada comúnmente por los triarii y los principes, y brindaba un gran nivel de protección contra los ataques de corte y un cierto nivel de protección contra los ataques punzantes. Combinada con el escudo, el casco y las grebas representaba una armadura formidable.
Galea
La galea (plural galeae) era un casco básico hecho en bronce o cobre que cubría la cabeza del legionario. Del centro y en la parte superior del mismo se elevaban dos plumas verticales generalmente de color negro añadidas a cada lado del casco. Era a veces también común que entre medio de las plumas los principes tengan un adorno hecho con el pelo de la cola de un caballo. También era común un adorno de tres plumas verticales ancladas conjuntamente en la parte central y superior del casco. Estos cascos poseían bisagras hacia sus lados de las cuales se podían añadir dos protectores faciales que protegían el rostro.
En la imagen a continuación podemos apreciar el adorno que consistía en dos plumas y una cola de caballo. Hacia la izquierda vemos a los triarii (crestas rojas) y hacia la derecha vemos a los principes a punto de lanzar sus pila (jabalinas).
Caligae
Las caligae (singular caliga) eran las típicas sandalias de los legionarios romanos a lo largo de su historia: El calzado de los romanos.
Scutum
Escudo alargado y de forma oval, curvado sobre su eje. Este escudo de tipo torre cubría gran parte del cuerpo del legionario, y su forma curvada permitía envolver el cuerpo al momento de correrlo para atacar al enemigo: Los escudos de los legionarios de la República romana.
Pilum
El pilum (plural pila) era una jabalina que se arrojaba contra el enemigo durante la carga. La misma penetraba el escudo y su fina y larga punta podía alcanzar fácilmente al rival. En caso de no herir grave o mortalmente a la víctima, la misma de todas maneras se clavaba sobre el escudo rival y era muy difícil de remover, obligando a descartar y arrojar el escudo en caso de sobrevivir.
Espada
En los tiempos anteriores a la Segunda guerra púnica los romanos utilizaban una espada similar al kopis de los etruscos (y por extensión los griegos). Esta era una espada que presentaba una curvatura en el extremo posterior de su filo. No obstante, durante la Segunda guerra púnica adoptan universalmente su característica gladius.
Hasta
Lanza larga utilizada por las legiones. Para facilitar su agarre podía tener un anillo en el centro (hasta ansata) o una correa (hasta amenata).
El fin de los principes
El fin de los principes y las otras dos clases de infantería de la República romana llega en el año 107 a. C. durante las reformas de Mario. Reformas en las cuales el ejército es profesionalizado y la infantería es unificada bajo un tipo único de soldado profesional cuyo equipo era similar al de los principes y se denominaba miles gregarius.