La moda de la mujer romana
La moda de la mujer romana era rica y compleja, algo que ciertamente queda evidenciado a través de su gran variedad en prendas de vestir. No obstante, es en sus peinados y adornos para el pelo donde podemos apreciar la refinada cultura y el gusto de las mujeres de la antigua Roma. Si bien es poca la cantidad de información que tenemos de las mujeres plebeyas, es decir aquellas mujeres pertenecientes la clase humilde de Roma, en lo que respecta las mujeres patricias, la clase más pudiente romana, contamos con un sin fin de información tanto artística como arqueológica. Información que va desde descripciones en textos clásicos hasta monumentales frescos y detallados mosaicos. Sin embargo, es en las estatuas y los bustos donde podemos apreciar la variedad y cantidad de estilos, adornos y peinados utilizados por la mujer romana.
Como es de esperar, la moda romana fue variando a lo largo de los siglos, y en especial entre los tiempos de la República y el Imperio romano. En este artículo repasaremos los estilos y adornos más importantes de las distintas épocas. Desde los peinados más ancestrales de la República hasta los peinados utilizados durante mediados y finales del Imperio romano.
Tinturas e instrumentos para el pelo
Las mujeres romanas contaban con todo tipo de instrumentos y accesorios para tratar y mejorar su pelo, desde ungüentos hechos a partir de llamativas recetas hasta varios tipos de tijeras y horquillas. No obstante, uno de sus instrumentos para el pelo más populares y comúnmente utilizados por las mujeres romanas de todas las clases sociales era el calamistrum; una pinza cilíndrica la cual se calentaba y servía para rizar el cabello. Pinza de importancia, ya que los rizos eran uno de los estilos más buscados a lo largo de toda la historia romana.
Las tinturas eran otro de los elementos más ampliamente utilizados por las mujeres romanas. Estas tinturas eran distintas a las actuales y a su vez un tanto particulares ya que por lo general no eran permanentes. Por ejemplo, el escritor Plinio el Viejo en su Historia natural habla de un método para teñir el cabello que requería de la utilización de sanguijuelas alimentadas a base de vino tinto como ingrediente principal para así producir una tintura rojiza. Otras tinturas eran las temporales, como por ejemplo la alheña de color rojizo, que se extraía de las hojas del pecíolo. También se utilizaban otros tipos de ingredientes naturales como las cenizas de hueso y el azafrán. Según el poeta romano Ovidio en su libro Ars Amatoria las mujeres romanas utilizaban tinturas con mucha frecuencia.
Los peinados antiguos y de la República
De este período en particular contamos con poca información. No obstante, sabemos que las mujeres romanas utilizaban comúnmente un rodete alto denominado tutulus, el cual habían heredado como costumbre de los etruscos. Dicho tutulus era considerado un estilo sobrio, popular por sobre todo entre las mujeres mayores y algunas sacerdotisas. Su introducción en Roma tuvo lugar como mínimo en el siglo VI a. C., aunque es muy posible que ya fuese utilizado desde incluso el siglo VII a. C. cuando Roma todavía no era una república y estaba bajo el dominio de los reyes etruscos.
No obstante, quizás el estilo de peinado más popular durante prácticamente toda la República y el Imperio romano consistió en una combinación de rodetes en la parte trasera de la cabeza y tiaras sosteniendo el pelo en la parte frontal superior de la cabeza, es decir, algo que hoy denominamos como tocado. Este tipo de peinado puede observarse en infinidad de bustos, estatuas, mosaicos y frescos tanto de la República romana como del Imperio romano. Lo que nos indica que se trataba de un estilo clásico atemporal.
Los frescos de Pompeya
Uno de los registros arqueológicos más ricos de los peinados y estilos de las mujeres romanas proviene de los frescos y mosaicos de Pompeya, ciudad que quedó enterrada bajo toneladas de cenizas volcánicas despedidas por el volcán Vesubio en el año 79 d. C.
En los frescos de Pompeya podemos observar que los rizos y las redes para el pelo eran muy populares ente las mujeres romanas. El mejor ejemplo es el fresco de la poetisa, en el cual vemos a una mujer utilizando este peinado.
De todos los frescos sobre la vida cotidiana de los romanos hallados en Pompeya uno de los más interesantes y visualmente impactantes es el enorme fresco ubicado en la Villa de los Misterios. Un portentoso hogar de verano perteneciente a un acaudalado ciudadano romano en las afueras cercanas al centro de Pompeya. En este fresco podemos ver distintos peinados muy populares entre las mujeres de la época.
Los estilos de las dinastías imperiales
Tal vez uno de los detalles más interesantes de las distintas dinastías de emperadores romanos es que era muy común para las mujeres de la corte real adoptar un estilo común o insignia. Razón por la cual podemos identificar a las distintas dinastías a través de sus peinados.
El nodus y los estilos Julio-Claudios
El peinado de tipo nodus fue popular durante la República tardía y la mayoría del Imperio romano. No obstante, hoy en día es asociado comúnmente con las mujeres cercanas al emperador Augusto, el fundador del Imperio, ya que era muy común verlo reflejado en los bustos de Octavia (hermana de Augusto) y Livia (la esposa del emperador), así como varias mujeres perteneciente a la corte. El mismo consistía en una parte frontal elevada y una parte trasera conectada a través de trenzas a un rodete.
En las dos imágenes a continuación podemos ver un busto en bronce de Livia y una reconstrucción moderna de la parte posterior del nodus.
Este era un estilo austero y formal. No obstante, los estilos de la época no estaban limitados simple al nodus, y otros peinados más elaborados también eran reflejados en las estatuas de la época, como por ejemplo las estatuas de Livia, las cuales en varias oportunidades la reflejaban vistiendo altas diademas (algo que podemos apreciar en la primera imagen continuación). En la segunda imagen vemos a Agripina la Mayor, nieta de Augusto, con su pelo suelto y rizado hacia el frente. Este era un estilo muy común entre las mujeres romanas de todas las épocas.
Los estilos de las dinastías Flavia y Antonina
A partir de la dinastía Flavia y sobre todo la dinastía Antonina comenzamos a ver un cambio drástico en las modas y los peinados en las mujeres romanas de las clases más altas. Lejos quedaron los estilos más austeros y recogidos de la República y las primeras décadas del Imperio. Durante este período comenzamos a ver también un pronunciado uso de pelucas y complejos arreglos para el cabello, con altas tiaras, diademas y todo tipo de cintas y arreglos. Así mismo, también comenzamos a ver el creciente uso de peinados altos. Peinados que llegaban a duplicar la altura de la cabeza de la mujer.
Vemos un ejemplo de lo mencionado anteriormente en este exquisito busto de una mujer de la dinastía Flavia, muy posiblemente Vibia Matidia, la hermanastra de Vibia Sabina.
Lo anterior no quiere decir que estos peinados altos y elaborados hayan sido la norma. Por ejemplo, podemos ver bustos de la era, como por ejemplo el siguiente busto de Vibia Sabina (esposa del emperador Adriano) y el busto de una mujer patricia del siglo II (segunda imagen) utilizando estilos de peinados más simples y de caracter clásico.
Los peinados deportivos
Si bien las estatuas y los bustos representan a las mujeres romanas en un ambiente formal o magnánimo y los frescos suelen representar a las mujeres en ambientes de la vida cotidianas, existen varios mosaicos en los cuales podemos ver los peinados de las mujeres durante la actividad física. Estos son los mosaicos deportivos, un estilo de arte muy popular en toda Roma. Uno de los sitios arqueológicos en los cuales podemos observar la evolución de los peinados deportivos de las mujeres romanas es la Villa romana del Casale en Sicilia. Esta opulenta villa construida durante los tiempos del Imperio romano del siglo IV contiene una gran cantidad de mosaicos mostrando escenas de cacería y de deportes. Entre estas piezas artísticas hallamos a un grupo de mujeres vistiendo los característicos subligar y strophium, dos prendas deportivas para la mujer, realizando actividades deportivas con estilos de peinados no muy distintos a los modernos.