Los nombres de las mujeres romanas

Si bien en un principio las mujeres no heredaban un cognomen, con la llegada del imperio y el pasar de los siglos las mujeres romanas irían ganando importancia y derechos, llegando a darle su nombre a los hijos.

Este artículo pertenece a una serie de artículos sobre los nombres romanos.

Los nombres romanos
Estructura de los nombres romanos
Cómo los romanos escribían y abreviaban sus nombres y la filiación
Agnomina y cognomen ex-virtue
Los nombres de las mujeres romanas (usted está aquí)

Sobre los nombres de las mujeres romanas

El estudio de los nombres de las mujeres romanas es un área fascinante de la historia de Roma, ya que nos permite ver cómo la posición social de las mujeres romanas fue variando a lo largo de los siglos. No obstante, y como es común en muchas otras áreas de la historia, generalmente los nombres que han llegado a nuestros días pertenecen casi exclusivamente a mujeres patricias, es decir, mujeres de la alta sociedad romana. Por lo tanto, si bien tenemos un mapa muy rico de los nombres de dichas mujeres aristócratas y su variación a lo largo del tiempo, existen huecos y ciertas incertidumbres al respecto de los nombres de las mujeres plebeyas, ya que muy pocos nombres de estas últimas han llegado a nuestros días.

En este artículo explicaremos los nombres de las mujeres romanas durante la República y el Imperio, y cómo estos fueron cambiando a medida que las mujeres fueron teniendo un lugar más importante en la sociedad romana. Por último, hacia el final del artículo, listaremos los nombres femeninos más populares en Roma.


Los nombres de las mujeres en la República

En los tiempos de la República Romana los hombres patricios tenían tres nombres: el praenomen, el nomen y el cognomen, la denominada tria nomina. Las mujeres romanas solo recibían un nomen el cual era la versión femenina del nomen paterno. Por ejemplo, la hija de Gaius Julius Caesar (Gayo Julio César) se llamaría simplemente Julia, en caso de una segunda hija la mayor se llamaría Julia Maior (Julia la Mayor) y la menor Julia Minor (Julia la Menor). Si más hijas nacían entonces se utilizaba un ordinal y las mismas se irían llamando Julia Prima, Julia Secunda, Julia Tertia, etc.

Cómo eran referidas las mujeres durante la República

Cuando alguien externo a la familia se quería referir, por ejemplo, a Julia la hija de Julio César, lo hacía indicando el caso posesivo del cognomen paterno, y si el padre carecía de uno se haría con el nomen. En caso de estar casada y haber abandonado la casa paterna se hacía lo mismo pero con el cognomen o el nomen del esposo. Es así que para referirse a la hija de Gaius Julius Caesar se decía Julia Caesaris. -Julia de César-


Los nombres de las mujeres en el Imperio

Lo anterior cambió en gran medida hacia el final de la República y sobre todo en la época del Imperio Romano, período en el que vemos un cambio significativo cuando estas pasan a heredar el cognomen paterno en su versión femenina, como ya lo venían haciendo los hijos varones. Es así que comenzamos a ver mujeres cuyos nombres cumplían con la tria nomina, como es el caso de Aelia Domitia Paulina, hermana del emperador Adriano, o Annia Aurelia Faustina, la esposa de Heliogábalo, entre muchas otras.

Un ejemplo clásico que se utiliza para referirse a este cambio se da con la primera emperatriz romana, Livia Drusilla, quien era hija de Marcus Livius Drusus (Marco Livio Druso en español) y heredó tanto su nomen como su cognomen pero en su versión femenina. Este es un detalle muy importante a nivel cultural en la sociedad romana, ya que la tria nomina indicaba el linaje de la persona.

Convivencia entre los dos sistemas

Si bien como mencionamos anteriormente durante el Imperio gran parte de las mujeres patricias comenzaron a tener su propia tria nomina (es decir los tres nombres), era común que un ambiente familiar o de confianza se utilice el antiguo sistema de la República para referirse a estas. Por ejemplo, la anteriormente mencionada Aelia Domitia Paulina, era comúnmente llamada por sus familiares como Paulina o, cuando se la debía diferenciar de su hermana, Paulina la Joven.

No obstante, en un ambiente formal, las personas se referirían a esta por su nomen y cognomen: Domitia Paulina (algo que ya se utilizaba con los hombres desde tiempos anteriores).

Las mujeres comienzan a retener y dar su nombre

Otro cambio de gran importancia con respecto al nombre de las mujeres patricias en Roma comienza con Augusto y continua durante todo el Imperio Romano. Este cambio consistió en que el nombre de la mujer reflejaría sus conexiones familiares más importantes sin importar si esta se casaba.

Por ejemplo, si una mujer era la hija o nieta de un emperador o un general distinguido su nomen no cambiaría por el de la gens de su marido al contraer matrimonio. Manteniendo así plasmada en su nombre la importancia de su linaje distinguido como lo venían haciendo hasta ese momento los hombres -pero con la ventaja de que si esta se casaba con un hombre de linaje más distinguido podría cambiar su nombre y ganar así más estatus social-.

Para explicar lo anterior también se utiliza un ejemplo clásico: cuando Julia Caesaris Major (en español se lee como: Julia de César la Mayor), hija del emperador César Augusto, se une en matrimonio a Marcus Vipsanius Agrippa (Marco Vipsanio Agripa), la primera hija de este matrimonio es llamada Vipsania Julia Agrippina, ya que el nomen de la gens Julia era de mayor poder que el de Vispasianus (Vipsanio en español).

El ejemplo anterior es importante, ya que nos permite observar o notar el cambio cultural entre la transición de la República al Imperio. La hija de Augusto, Julia, había nacido en los años finales de la República, más precisamente en el 39 a.C. No obstante, la nieta de Augusto, Vipsania (Vespasiana en español), nacida en el 19 a. C. durante los primeros años del flamante Imperio Romano, por lo que poseía un nombre mucho más complejo, y al igual que el nombre de un hombre este reflejaba su linaje.

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Los nombres más populares entre las mujeres romanas

La siguiente es una lista con algunos de los nombres más populares entre las mujeres de Roma a lo largo de su historia.

  • Proba
  • Fannia
  • Fausta
  • Faustina
  • Flavia
  • Fulvia
  • Valeria
  • Galla
  • Placidia
  • Gnaea
  • Seia
  • Herennia
  • Sallustia
  • Barbia
  • Orbiana
  • Gratidia
  • Helena
  • Helvia
  • Herennia
  • Etruscilla
  • Honoria
  • Hostia
  • Ira
  • Julia
  • Aquila
  • Domna
  • Livilla
  • Paula
  • Junia
  • Calvina
  • Justina
  • Leontia
  • Licinia
  • Livia
  • Livia
  • Ocellina
  • Orestilla
  • Lollia
  • Lucilla
  • Maecia
  • Magia
  • Magna
  • Urbica
  • Scantilla
  • Marcella
  • Marcia
  • Furnilla
  • Marciana
  • Severina
  • Statilia
  • Messalina
  • Sulpicia
  • Terentia
  • Titiana
  • Tranquillina
  • Tullia
  • Turia
  • Ulpia
  • Ulpia
  • Verina
  • Vibia
  • Violentilla
  • Vipsania
  • Vistilia
  • Mariniara
  • Matidia
  • Matina
  • Messalina
  • Minervina
  • Mucia
  • Mummia
  • Achaica
  • Munatia
  • Plancina
  • Numeria
  • Octavia
  • Orbiana
  • Otacilia
  • Paccia
  • Papianilla
  • Papiria
  • Plautia
  • Urgulanilla
  • Plautilla
  • Plotina
  • Pompeia
  • Popillia
  • Poppaea
  • Poppaea
  • Sabina
  • Porcia
  • Prisca
  • Pulcheria
  • Sabina
  • Salonina
  • Sempronia
  • Servilia

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