Las dificultades al estudiar los escudos romanos
Debido al simple hecho de que los escudos romanos estaban construidos en su mayor parte con materiales orgánicos, como la madera y el cuero, y reforzados con metales muy susceptibles a la corrosión, los restos de escudos que han llegado a nuestros días son muy escasos y generalmente incompletos. Esto ocurre tanto con los tiempos de la Monarquía romana, de la República romana y del Imperio romano. En efecto, contamos con muy pocos ejemplos y fragmentos de escudos de todas las eras por las que transitó Roma. Solo escasas piezas arqueológicas como el escudo denominado scutum de Dura-Europos (un escudo rectangular del tipo scutum de tiempos imperiales) han sido halladas en relativo buen estado de conservación.
Aún hoy en día son más las dudas que las certezas sobre varios factores que gobernaban la construcción y la estructura de los escudos en Roma, algo que es ciertamente irónico si consideramos que los escudos eran una parte fundamental de la dinámica de los ejércitos romanos en todas sus eras y por ende omnipresentes y abundantes en la cultura marcial romana. No obstante, y a pesar de las dificultades, gracias al trabajo de varios arqueólogos e historiadores es que en el día de hoy podemos contar con información detallada de esta vital herramienta para la defensa en el campo de batalla (y también el ataque, ya que los legionarios utilizaban los bordes de sus escudos y el umbo, una protuberancia central hecha en metal, para golpear al enemigo).
Nuestras mayores fuentes de información son los monumentos y relieves, de ellos tomamos las primeras referencias y suposiciones no solo sobre su forma y tamaño, sino que también sobre su estructura y composición. Otra de las fuentes con las que contamos son los extensos escritos y tratados dejados por los escritores romanos. Sin embargo, un conocimiento mucho más amplio fue posible gracias a significantes hallazgos arqueológicos.
Los tipos escudos del Reino Romano
En los tiempos anteriores a la República romana, es decir, los tiempos de la Monarquía romana, 753 a.C. al 509 a.C., cuando Roma era gobernada por los denominados reyes etruscos, los escudos ya formaban parte del armamento regular de los soldados romanos. No obstante, estos escudos eran distintos del imponente scutum (plural: scuta) al que estamos acostumbrados en la República y el Imperio romano.
En primer lugar debemos entender que el combate durante los tiempos monárquicos era muy distinto. Los romanos tenían una organización tribal, los soldados se dividían según su curia y y su gentes y luchaban de esta manera con una organización poco efectiva. Durante este período los solados suministraban su propio armamento y equipo, y el combate era por lo general poco organizado como ya hemos mencionado. En esta época la forma del escudo variaba dependiendo de lo que el soldado podía suministrar.
Posteriormente, en el siglo VI a.C., durante las reformas militares del rey Servio Tulio, los romanos adoptaron un estilo de combate similar al de la falange griega (a través de los etruscos). Este estilo de combate requería la utilización de un escudo redondo, similar al de los griegos. Gracias a artefactos arqueológicos como la Situla de Certosa, pieza de bronce fechada aproximadamente en el 500 a.C., podemos ver representados en los relieves a guerreros con escudos redondos y ovalados semejantes a los utilizados por los hoplitas.
Roma utilizaría este tipo de escudo hasta el siglo IV a.C., ya en tiempos republicanos se abandona la falange al estilo hoplita y se adopta el sistema de manipulos.
Escudos rectangulares
El conocimiento de la utilización de escudos rectangulares nos llega a partir de los escritos de Diodoro, quien describe escudos de tipo rectangular como algo relativamente común en las tropas de la Roma monárquica. Estos eran escudos simples, hechos en madera, y posiblemente en muchos casos de construcción rústica con sus bordes relativamente curvados.
No obstante, no debemos confundir estos escudos con los scuta vistos en la República y el Imperio, los cuales eran rectangulares y alargados. Los escudos rectangulares de la Monarquía romana eran relativamente similares en su forma a los escudos rectangulares cartaginienses. Es decir, cortos y de bordes relativamente muy ovalados.
El clipeus
Uno de los escudos más utilizados durante los tiempos de la Monarquía romana fue un tipo un un escudo redondo denominado clipeus. Según Tito Livio este tipo de escudo se utilizó hasta el siglo IV a.C.
El clipeus no debe ser confundido con el característico parma, escudo redondo utilizado durante los tiempos de la República y del Imperio. De origen griego y basado en el aspides utilizado por los hoplitas en Grecia, el clipeus fue un escudo circular muy popular en la antigüedad, sobre todo por entre hoplitas griegos y los ejércitos del Mediterráneo que basaron su estructura y funcionamiento a partir de las falanges griegas.
Evolución del clipeus
El clipeus fue utilizado hasta el siglo V a.C. por las tropas de infantería romanas, para luego ser remplazado, durante los inicios de la República, por el scutum durante las reformas militares de Marco Furio Camilo. No obstante, a mediados de la era republicana, se introduce el parma, un escudo relativamente similar al clipeus. Si bien en tiempos de la Monarquía romana el clipeus era utilizado por la infantería romana, durante la República y el Imperio el ya mencionado parma fue utilizado por los signifiers (portadores de estandartes) y velites (lanzadores de jabalinas)
Importancia cultural del clipeus
Debemos remarcar que si bien el clipeus es abandonado a inicios de la República, el mismo continuó teniendo una importancia cultural notable en Roma. Por ejemplo, Augusto es honrado con el Clipeus virtutis (escudo de valentía) debido a su «Coraje, clemencia, justicia y piedad» por el Senado. Como podemos ver incluso durante el imperio el clipeus continuaba siendo a nivel cultural la representación del escudo del soldado.
Escudos ovalados
Estos escudos fueron comunes hacia el final de la Monarquía romana y los inicios de la República. No debemos confundir estos escudos con el cetratus, escudo posterior también ovalado.
El material de los escudos de la Monarquía romana
Era muy común en estos tiempos que el mismo combatiente deba proveer su propio armamento, razón por la cual era tan variada y poco uniforme la forma de escudos utilizados durante la Monarquía romana. No obstante, si estos escudos tenían algo en común es que el material más utilizado era la madera, y, en escudos de mejor calidad, la madera recubierta con cuero curado.
Sin embargo, entre los más pudientes no era poco común el que utilizaran escudos de bronce similares a varios de los escudos griegos de bronce utilizados por guerreros de elevada posición económica. Estos escudos completamente de bronce eran un claro símbolo de estatus por lo que generalmente los encontramos portados por los héroes mitológicos en infinidad de relatos. Como el escribe Ovidio en su Metamorfosis:
Que él, aun así, de la horrenda Medusa la figura había contemplado en el bronce repercutido del escudo que su izquierda llevaba, y mientras un grave sueño a sus culebras y a ella misma ocupaba.
La Metamorfosis de Ovidio