Los contubernios
Los contubernios (del latín: contubernium, plural contubernia) eran la división de hombres más pequeña del ejército romano. Esta consistía en un grupo de ocho soldados más dos trabajadores no combatientes que compartían la tienda de campaña en el campamento temporal o en el fuerte de su legión; así como también la distribución de las tareas relacionadas al armado y desarmado de la tienda durante los movimientos de tropas. Según el historiador romano Rufo Festo su nombre proviene de tabernaculus, el cual a su vez provenía de taberna, es decir, el nombre antiguo con el que se denominaba a las tiendas militares. A partir de la unión de varios contubernios se formaba una centuria.
Esta unidad entre los legionarios, quienes compartían tareas en el día a día y luchaban lado a lado durante la batalla, rápidamente llevaba a que los integrantes de un contubernio se conviertan en una familia y estrechen fuertes vínculos de amistad entre ellos. Razón por la cual era común referirse como contubernales a personas que estrechaban una fuerte amistad o vivían juntas. Por ejemplo, a Julio César se lo llamaba jocosamente como el «contubernalis de Quirino», ya que dentro del templo de este dios también había una estatua de Julio César.
El decano
A través de las varias inscripciones halladas en los restos de los campamentos romanos y menciones en los tratados militares de los historiadores clásicos sabemos que cada contubernio poseía un líder entre sus miembros. Posiblemente el soldado más experimentado o veterano del grupo, y este líder era responsable por la conducta de sus hombres en la carpa o sección en la batalla. De varias fuentes, Cicerón y Vegecio principalmente, sabemos que este líder era denominado Decano (Decanus) en los primeros tiempos de Roma y luego pasaron a denominarse Caput Contubernii. En sus Instituciones militares Flavio Vegecio escribe al respecto:
Las centurias estaban además divididas en grupos de diez hombres que dormían en la misma tienda y estaban bajo las órdenes e inspección de un Decanus o caput contubernii.
Instituciones militares, Flavio Vegecio. Libro II, XIII
Los tabernáculos
El tabernáculo (en latín tabernaculum, plural tabernacula) era la tienda de campaña en la cual dormían y se guarecían los diez integrantes de un contubernio. Las mismas estaban recubiertas en pieles de animal durante el invierno y los castra (campamentos militares) de campaña, es decir temporales, contenían cientos de estas tiendas. Por lo general la planta era rectangular con un techo dividido a dos aguas
El material predilecto para construir el tabernáculo era el cuero de animales tratado con aceites y calor para impermeabilizarlo, aunque también eran comunes las tiendas hechas con paños de lana tratada con aceites.
Para mayor información sobre la distribución de los contubernios y su organización dentro del campamento y las fortalezas romanas diríjase al artículo sobre los campamentos y fortalezas romanas.
Los fabri
Los fabri (singular fabro) hacían referencia a dos tipos de integrantes de la legión:
En el contexto de las tropas los fabri eran los hombres pertenecientes a los cuerpos de ingenieros de combate que construían las fortificaciones del campamento, puentes y defensas y fabricaban las maquinarias de guerra como las balistas, los onagros y los escorpiones. Estos hombres estaban comandados por el praefectum fabrum, quien organizaba sus tareas y daba las órdenes de construcción. Por lo general eran reclutados entre los legionarios cuyos oficios los hacía especialistas en distintas áreas (construcción, carpintería, herrería, etc.)
En el contexto del contubernio, se denominaba fabri a los trabajadores que acompañaban a los soldados. Un contubernio estaba compuesto por diez hombres, ocho de los cuales eran combatientes y dos no-combatientes. Estos últimos se encargaban de la construcción de la tienda de campaña (el tabernáculo), proveer agua durante la marcha, cuidar la mula del grupo y reparar el equipo y armamento de los soldados. Su función se volvió fundamental cuando los ejércitos romanos comenzaron a utilizar equipamiento mucho más complejo y elaborado como la lorica segmentata.
Los contubernios y la marcha
La organización mediante contubernios permitía agilizar en gran medida la marcha de las legiones de un campo de batalla a otro. Los romanos denominaban al ejército preparado y formado para la marcha como agmen. Para mayor información sobre la marcha de los ejércitos romanos y sobre cómo los contubernios jugaban un rol fundamental en su organización por favor diríjase al siguiente artículo: Formaciones y marchas militares de los ejércitos romanos.
Decimar a los contubernios
Si uno de los miembros del contubernio o contubernium cometía un acto de cobardía o de deshonor durante el combate, entonces por sorteo se elegía a alguno de los diez miembros del grupo para ser «decimado» -notar que la palabra decimar proviene de aquí- y este era lapidado hasta morir por sus mismos compañeros.
No obstante, los historiadores modernos han determinado que la decimación es más que nada un mito histórico y la misma se llevó a cabo en una pequeña y muy contada cantidad de ocasiones a lo largo de los siglos de Historia romana. No solo por la falta de evidencia que indique que esta era una práctica regular, sino que además por un simplemente hecho práctico: terminar con las vidas de hombres que de lo contrario podrían seguir luchando a causa de penas dracónicas no era algo que ningún general hubiese deseado, y a la larga el impacto de esta práctica en la moral de los hombres hubiese sido devastador.
Artículos sobre las Divisiones del ejército romano:
– Los contubernios (usted está aquí)
– Las centurias
– Los manípulos
– Las cohortes
– Las legiones