Introducción
La lorica hamata era una armadura de tipo cota de malla utilizada por los legionarios romanos desde el siglo III a. C. hasta el siglo IV d. C. En un principio, en los tiempos de los ejércitos intermedios de la República romana, la lorica hamata era utilizada solamente por los legionarios más veteranos, es decir, los triarios y los príncipes; mientras que la infantería ligera, como era el caso de los hastados, utilizaba una simple pieza pectoral denominada pectoralis. Con las reformas militares de Gayo Mario y la profesionalización del ejército romano en el año 107 a. C., desaparecen las clases de infantería y el ejército romano es unificado bajo un solo tipo de soldado denominado miles gregarius cuya armadura principal era la lorica hamata. Con la desaparición de la República y la llegada del Imperio romano, los legionarios comienzan a utilizar otro tipo de armadura denominada lorica segmentata. No obstante, dicho cambió no significó el fin de la lorica hamata, ya que las unidades de caballería y auxiliares la continuaron utilizando durante siglos. La lorica hamata vuelve a popularizarse durante el ocaso del Imperio, período en el cual la lorica segmentata se vuelve muy costosa para la vapuleada economía romana, por lo que se opta por proveer nuevamente a los legionarios con cotas de malla.
Orígenes y adopción de la lorica hamata
Los orígenes de la lorica segmentata son inciertos, aunque se cree que los romanos pueden haberla basado en un diseño de armadura anterior vestido por la nobleza celta. Esto concuerda con la adopción de la galea, es decir, el casco de los legionarios, cuyo diseño base también fue adoptado de los pueblos celtas. No obstante, y más allá de su origen, el primer registro escrito que hoy se conserva en el que se menciona a las tropas romanas utilizando la lorica hamata proviene del siglo III a. C., durante la invasión romana a Hispania.
Tras su introducción la lorica hamata se vuelve un símbolo del ejército romano, solo superado por la mítica espada gladius y alcanzado por las sandalias caligae y la ya mencionada lorica segmentata de los legionarios imperiales.
La lorica hamata en el Imperio romano
Como mencionamos en el párrafo inicial de este artículo, la lorica hamata deja de ser la armadura principal del legionario romano durante las primeras décadas del Imperio romano con la introducción de la lorica segmentata. No obstante, esta última no debe ser vista como un reemplazo, sino que fue utilizada a manera suplementaria.
Incluso durante la era dorada del Imperio romano la lorica segmentata no llegó a reemplazar a la lorica hamata, esto se debió principalmente al costo y la complejidad de dicha armadura. En efecto, ambas piezas de armadura, es decir la lorica segmentata y la lorica hamata, fueron utilizadas conjuntamente por el grueso de los legionarios imperiales. Según se estima hoy en día, los legionarios enviados a las fronteras o las regiones en guerra o rebelión eran suministrados con una segmentata, mientras que los legionarios que eran enviados a las provincias poco conflictivas eran suministrados con una hamata.
Diseño y estructura de la lorica hamata
El término lorica hamata es un término general para referirse a las cotas de malla romanas, algo que se refleja en su nombre: lorica (coraza) y hamata (enganchado). Existía una gran variedad de este tipo de armadura, cuyos diseños se adaptaban mejor a distintas ocupaciones: lanceros, caballería, espadachines, etc.
Estas armaduras eran del tipo cota de malla, es decir, estaban compuestas por miles de anillos de unos 5 mm de diámetro entrelazados ente sí. Los anillos eran por lo general de hierro, aunque en las ruinas arqueológicas de Woodeaton, Reino Unido, se han encontrado fragmentos de una lorica hamata hecha con anillos de bronce.
Los anillos se organizaban en filas que se alternaban entre sí otorgando una protección de al menos dos capas de anillos en caso de un ataque enemigo. Una armadura promedio podía llegar a estar compuesta por 30.000 a 40.000 anillos alcanzando un peso de alrededor de unos 11 kilogramos.
El corte de la lorica hamata se asemeja al de un linotórax griego de lino (como su nombre lo indica), y se solía vestir sobre una túnica militar para evitar el rozamiento prolongado con la piel. Así mismo, los bordes, tanto de la armadura principal como de las piezas de los hombros, solían recubrirse con cuero.
Nota: los anillos se fabricaban utilizando planchas de hierro las cuales eran perforadas utilizando un punzón accionado a martillo. Estos anillos luego eran entrelazados utilizando tenazas. Se estima que su construcción requería de al menos dos meses de trabajo por herrero.
Solapas y mangas
La lorica hamata se caracterizaba por las dos solapas que corrían a través de los hombros del legionario y se unían al centro de esta a través del pecho. Estas piezas eran sostenidas por un broche hecho en bronce estilizado a manera de cuernos o de serpientes. No obstante, este diseño estilístico cae en desuso hacia el siglo I d. C. Las piezas en los hombros se extendían por la espalda formando un rectángulo que otorgaba un nivel extra de protección.
En los tiempos de la República romana no tenían mangas. Lo anterior comienza a cambiar durante los tiempos imperiales, y comenzando a partir del reinado de Augusto, el primer emperador romano, gradualmente comenzaron a tener mangas cada vez más largas, llegando hasta los codos hacia el siglo III d. C.
Cingulum militare
Otro elemento de protección extra que se añadía a la lorica hamata era el cingulum militare. Un cinturón del cual caían tiras de cuero dotadas de piezas metálicas con el fin de proteger la zona pélvica del legionario. Al mismo también se añadían las vainas para la espada y la daga. El cingulum militare estaba compuesto por los siguientes elementos:
- Baltea: cintas colgantes delanteras hechas de cuero y pedazos de metal cuyo fin era el proteger la zona pélvica del soldado.
- Bulla: las piezas de metal añadidas a la baltea.
- Pensilium: los pendientes metálicos en los extremos del cinturón.
- Lamna: piezas metálicas sobre el cuerpo principal del cinturón.
- Fibula: hebilla del cinturón
Adornos
Los centuriones adornaban este tipo de armaduras con medallones denominados phalerae. Estos medallones eran placas metálicas finamente ornadas con todo tipo de figuras tanto históricas como mitológicas que se añadían a un arnés de tiras de cuero, y se otorgaban como premio por el servicio a lo largo de los años. Si bien estos medallones ofrecían un cierto nivel de protección extra, su función principal era la de mostrar el prestigio del centurión y sus años de veteranía,