Índice de la biografía de Julio César.
➞ De su juventud a sus primeros pasos en el poder (usted está aquí)
― Del Triunvirato y la Guerra de las Galias
― De la guerra civil, al poder absoluto y su asesinato
― Adicional: Curiosidades, frases y hechos de Julio César
Julio César. El hombre, la leyenda
Su nombre original era Gaivs Ivlivs Caesar, en español Gayo Julio César, pero ya con el culto al emperador solidificado en la cultura romana a partir del 42 dC pasó a ser conocido póstumamente como «IMP C IVLIVS CÆSAR DIVVS» -Emperador Gayo Julio César el Divino-.
Gayo Julio César es bajo el nombre por el cual lo identificamos en el presente, donde Gayo es su praenomen, es decir su nombre de pila; Julio su nomen, el cual identifica su pertenencia a la gens de los Juli; y por último César, su cognomen, el cual con el paso del tiempo se convirtió en sinónimo de emperador no solo para los romanos sino para varias otras culturas históricas. Para entender en detalle el sistema de nombres romano puede leer nuestro artículo sobre los nombres romanos, en el que utilizamos el nombre de Julio César para explicar la estructura y utilización de los nombres en Roma.
Cuando nos referimos a una de las mayores figuras en la Historia de la humanidad, como lo fue Julio César, es de gran dificultad el separar al hombre de la leyenda. No obstante, más allá de cualquier relato digno de la mitología detrás del que fue quizás más el famoso de todos los líderes romanos, si de algo podemos estar absolutamente seguros es que Julio César fue en vida muchas cosas, y al contrario del que generalmente abarca mucho y hace poco, este triunfó en la mayoría de sus intereses y metas.
Un general intrépido con un don innato para la estrategia, un político ambicioso, un estudioso de la literatura y las culturas foráneas, un conocedor de la ingeniería y las leyes, prosista y orador decorado son algunas de las actividades e intereses en los que César se destacó a lo largo de su vida. Sin embargo, una de sus más importantes características, al menos para la Historia, es que también fue cronista de sus propias campañas militares y políticas, lo que ha permitido que lleguen a nuestros días sus más profundos pensamientos sobre el arte de la guerra así como también sus meditaciones escritas de su propio puño y letra.
Generalmente el común denominador de las personas en el presente considera a César como un referente de la posición de emperador, pero esto es erróneo. César no fue, al menos en vida, un emperador tal y como como nosotros lo interpretamos. Si bien este gozó de varios títulos y cargos políticos siendo el más destacado el de dictador vitalicio -cargo que poseía al momento de su muerte- su nombramiento o título de Imperator comenzó a utilizarse regularmente solo muchos años después de su asesinato -para la Historia propiamente dicho el primer emperador romano ha sido César Augusto–.
Dentro de las cualidades y características de esta inmensa persona hay algo de lo que podemos estar seguros, y es que César pasó a la historia como otros pocos hombres lo han hecho. Durante siglos fue el modelo a seguir de aquellos que soñaron con obtener el poder total y absoluto. César fue un grande entre los grandes, proclamado y luego divinizado por Augusto con la introducción en Roma del Culto al Emperador, fue puesto al lado de Apolo induciéndolo así como un dios en el panteón romano. No obstante, son sus acciones en lo terrenal las que más nos interesan y asombran aún dos milenios después de ser concretadas.
Su vida temprana, juventud y primeros años en la política
César nació el 13, algunas fuentes citan el 12, de julio -o Quintilis, como se conocía a este mes en un principio ya que era el quinto mes del calendario Romano y renombrado más tarde a julio tras la muerte de César en su honor- del año 100 aC. En una familia patricia perteneciente por lado paterno a la gens Julia, gens que ostentaba públicamente el remontar su ascendencia a Venus, hija de Júpiter el Atronador, y también pretendían estar emparentados directamente por sangre a Eneas -el héroe mítico de la Eneida el cual, según cuenta la mítica de Virgilio, tuvo un rol crucial en la fundación de Roma tras la destrucción de Troya-. Su madre provenía de la también prestigiosa gens Aurelia.
César era el hijo de Cayo Julio César -padre de nombre homónimo- y Aurelia Cota, quienes vivían en una ínsula del modesto y humilde barrio de Subura. Aunque su familia pertenecía a la antigua aristocracia patricia romana y esto ya de por si la hacía una familia respetada, esta era a su vez una familia relativamente pobre, en relación a los otros patricios. No obstante, y a pesar de esto, era influyente tanto en prestigio como en su categoría social debido a su larga historia, habiendo dado cónsules a Roma en varias oportunidades y contando entre sus filas con importantes miembros del pasado romano. La situación económica y social de la familia comenzó a mejorar cuando cuando su tía Julia se casa con Gayo Mario -suceso anterior al nacimiento de César-, Mario era un reconocido militar, padre además de la reforma militar más importante de la república romana y cónsul de la república en siete ocasiones, y quien además debido a su influencia política se convirtió en un hombre de vastas riquezas. Gracias a dicha unión matrimonial la familia pasa a tener una mejor posición económica, incrementando de manera cuantiosa su dinero y sus bienes con el pasar de los años.
César quien desde muy joven soñó con convertirse en «padre de la patria» y ser un gran militar, reconocido y vitoreado por sus pares, desarrolló desde temprano una gran habilidad para la oratoria y la política -tal fue su nivel de oratoria que más adelante en el tiempo Cíceron diría que nadie podría hablar mejor que César-. Para su educación personal César no accedió a un tutor griego como el resto de los jóvenes patricios. En cambio su padre contrató a un tutor privado galo llamado Marco Antonio Grifón. Con este el joven Julio César aprendió letras, distintas artes y sobre todo aprendió la lengua celta -seguramente sin saber lo útil que le sería en el futuro-.
La Primera guerra civil de la República romana
Si bien Julio César era muy joven cuando esta tuvo lugar en el 87 aC., por lo que no estuvo involucrado en los eventos que acontecieron durante la misma, la manera en la que esta alteró el mapa político romano y la serie de eventos que desató, influenciarían las acciones de César y sus rivales hasta el fin de sus días.
En esta sangrienta guerra civil, la facción de los populares, más cercana al pueblo y los plebeyos y liderada por Gayo Mario, se enfrentó a la facción de los optimates, más cercana a los patricios y los senadores y liderada por Sula.
La facción de Sula resultó victoriosa, y durante casi tres décadas reprimió política y socialmente a los miembros de la facción de los populares. Persiguiéndolos, proscribiéndolos y muchas veces asesinándolos. Una vez que los optimates se afianzaron el poder utilizaron dicho poder como una herramienta política de represión y control
Su matrimonio con Cornelia y su proscripción
Su primer matrimonio fue a una muy temprana edad, algo común en la época. Este se trató de un matrimonio por conveniencia y César lo aceptó por complacer los deseos de su padre. La elegida fue Cossutia, como no es de extrañar el matrimonio duró poco ya que al morir su padre en el 85 aC. César se divorcia de la mujer anterior para unirse con Cornelia Cina Menor, es decir, Cornelia, considerada por muchos como el verdadero gran amor en la vida de Julio César.
Su relación matrimonial se vio en peligro cuando en el 82 aC. Sula -también castellanizado como Sila- toma el poder de Roma tras salir victorioso en la guerra civil contra la facción de Mario y obliga a César a divorciarse de Cornelia, aduciendo que esta era hija del proscrito Lucio Cornelio Cina -rival político y personaje odiado por Sula, al ser uno de los principales ayudantes de Mario, enemigo máximo de Sula-.
Esta orden fue en realidad una estratagema política por parte de Sula, quien no apreciaba a César, y que bajo ningún motivo veía con buenos ojos las ambiciones de poder que el joven César expresaba constantemente de manera muy visible. En efecto, Sula consideraba a César como alguien «Peor que muchos Marios» según sus propias palabras.
No siendo poco lo anteriormente mencionado, César tenía otra característica que molestaba a Sula en demasía, y eran los lazos familiares de este con Gayo Mario -el mayor enemigo de Sula en la guerra civil, misma guerra que lo vio triunfante y llevó al poder-. César, sin embargo, no acata las ordenes y se rehúsa a divorciarse de Cornelia, razón por la que instantáneamente Sula lo declara como enemigo público. Una posición difícil y peligrosa ya que su cabeza pasa a tener un precio -de hecho es perseguido y atrapado por los esbirros, solo logrando salvar su vida al pagarles 12.000 Denarios por dejarlo vivo-.
Al poco tiempo, y producto de la constante persecución, huye de Roma. Esta proscripción no resultó ser un problema relativamente grande en la vida de César, quien para su suerte contaba también con parientes en el bando de Sula, y gracias a la mediación de un tío materno, Aurelio Cota, se le proporciona un indulto absolutorio por parte del dictador. Algo que Sula hace con bastante reticensia. De hecho, al firmar el indulto este dijo:
Regocijarse, más sepan que llegará un día en que ése, que tan caro les es, destruirá el partido de los nobles que todos hemos protegido; porque en César hay muchos Marios.
Sula, al firmar el indulto absolutorio de César.
César comienza su ascenso al poder
Buscando incrementar su Cursus Honorum, es decir la carrera a través de los puestos políticos y rangos militares que todo romano patricio considerado como «de bien» debía realizar, y llevar sus ambiciones a un plano más alto, César no retorna inmediatamente a Roma a pesar de haber sido indultado, y se convierte en asistente militar de Marco Termo. Periodo en el cual se destaca por su valor en combate y es premiado con la corona cívica al salvar una gran cantidad de legionarios tras una arriesgada maniobra militar.
Luego de la muerte de Sula en el 78 aC. César regresa a Roma para emprender así su carrera política, involucrándose directamente con los populares -los partidarios de Mario-. Quizás esta fue una de las jugadas más inteligentes que Julio César tuvo durante su juventud, ya que indultado o no, nada impedía que Sula intentase asesinarlo a escondidas.
Su vida, la cual no careció de aventuras, se vio en serio peligro cuando en el 75 aC es capturado por piratas sicilianos. César vuelve a escapar de la muerte una vez más, y una vez liberado organiza una flota con la cual logra atrapar a los piratas en su isla y los crucifica como les había prometido mientras estos lo mantuvieron en cautiverio. Ordenando, no obstante, romperles las piernas para que así su muerte sea más rápida ya que consideraba que estos lo habían tratado correctamente. Nos escribe Suetonio de este hecho:
Calmada la insurrección civil, acusó de concusión a Cornelio Dolabella, varón consular a quien se habían otorgado los honores del triunfo; absuelto el acusado, decidió César retirarse a Rodas, tanto para prevenirse de sus enemigos, como para descansar y oír al sabio maestro Apolonio Molón. Durante la travesía, que hizo en invierno, le hicieron prisionero unos piratas cerca de la isla Farmacusa. Permaneció en poder de ellos cerca de cuarenta días, conservando siempre su entereza , sin otra compañía que su médico y dos cubicularios; porque inmediatamente envió a todos sus compañeros y al resto de los esclavos a que le trajesen el dinero preciso para el rescate. Se concertó éste en ciento cincuenta talentos, y en cuanto le desembarcaron, persiguió a los piratas al frente de una flota, capturándolos en la retirada y sometiéndolos al suplicio con que muchas veces los había amenazado como en broma. Por aquel entonces Mitrídates devastaba las regiones vecinas, y no queriendo aparecer César como indiferente a las desgracias de los aliados de Rodas, adonde marchó, trasladase al Asia, halló auxilio en ella, arrojó de la provincia al prefecto del rey y robusteció la fidelidad de las ciudades vacilantes..
Los doce Cesares – Julio Cesar, Por suetonio.
En búsqueda de enriquecer sus conocimientos y su cultura César llega a Rodas para estudiar retórica y filosofía bajo la tutela de Apollonius Molo. Luego de concluidos estos estudios, los cuales cabe decir ampliaron su horizonte cultural en gran medida, César vuelve a Roma para así continuar con su carrera política. En el 73 aC es elegido pontífice máximo -Pontifex Maximus, máxima autoridad religiosa, demostrando de ésta manera que contaba con un gran apoyo popular ya que se impone contra otros postulantes de mayor estatus social-.
César ocupa este cargo luego de la muerte de una de las figuras más importantes en su vida temprana, su tío Aurelio Cota, el mismo que lo salvó de Sula. Como veremos más adelante César le debe mucho a este familiar, no solo salvó su vida al conseguirle el indulto. También le dejó un puesto de poder entre la nobleza romana y fue quien le abrió las puertas a Craso, ya que éste formaba parte de su círculo personal de confianza.
Durante los años siguientes César dividió su tiempo entre la política, el estudio, la literatura y, especialmente tras la muerte de Cornelia en el 68 aC., a las mujeres generando una áspera relación con la aristocracia. Esto, y un ataque a sus intereses, llevaron a un deterioro en las relaciones de este con varias figuras de poder.
En la siguiente sección de esta biografía de Julio César desarrollaremos y expandiremos todo lo mencionado en el párrafo anterior, y también veremos los inicios del ascenso meteórico de Julio César al poder y las bases de lo que posteriormente pasaría a convertirse de un conflicto de intereses en una guerra civil.